Moraleja del Manolo y Congreso Fusión


Triunfaba Manolo en su restaurante
entre mesas con manteles a cuadros
sin importarle que sus desesperados clientes
en las paredes quedaran a los churretes pegados.

Acudía la clientela de todos lados
a degustar su famoso tostón asado
al que un pingüe beneficio tenía marcado.

Pero la envidia a su vecino
con chalet y piscina mayor
le hizo pensar en una idea con tino
al encender su gran televisor.

Allí hablaban de Congreso Fusión
que aportaba ideas a montón
para sacar mas beneficio a su asado de tostón.

De su holgada cuenta
compró una entrada suculenta
y como niño con zapatos nuevos
dirigiose a Congreso Fusión, cavilando que de oro se haría los güevos.

Allí encontró a cocineros de talla mundial
a los que escuchaba pensando en salir de su mal
hablando de tortillas de luces con camarones
esquirlas de aceite, retratos con sabores
y a que sabía el rojo, el marrón e incluso las nubes.

No le hizo falta saber a Manolo mas
y encaminose hacia su casa impaciente
para mostrar a todos, su aprendizaje candente
con el que todos iban a ganar otro sueldo demás.

Llamó a su proveedor de confianza
para que todos los cachivaches suministrase
pero su vendedor sin cambiarle la semblanza
tan solo pudo espetarle: "eso q e lo que e".

Sin medios y con mucha impaciencia
decidió tirar de su valorada autosuficiencia
y preparar con suma pericia
su "Marranito Mamoncete a la Importancia".

Cambiole el horno por agua de cocción
añadiole hierbas del Mundo al tostón
sacole los huesos y pusoles de guarnición
y diole un toque de distinción
colocándole luces del árbol de Navidad a porrón
para servirlo sobre el álbum familiar del tostón.

La crítica de su fiel clientela fue ingrata
pues decían que aquello no era cochinillo
y que si se le añadiera un cepillo
mas parecería una melenuda rata.

Desaparenciérole los clientes de la noche a la mañana
y viose en innecesarios apuros
para buscar con notable maña
que los acreedores no le metieran un puro
pero no pudo dejar de ver, como con superlativa saña
su mujer le dejaba por el vecino
que desde su chalet saludaba a Manolo "El Lechuguino".

Moraleja 1.- No todo aquello que sale en televisión llena a la plebe de emoción.

Moraleja 2.- Manolo, Manolete, si no sabes torear pa que te metes.

3 comentarios:

Oseypunto dijo...

Quiero aclarar que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, si bien no sería coincidencia que fuera pura realidad.

Paco Becerro dijo...

eso creo yo...

Sera coincidencia o casualidad, que rima sin duda
con la realidad.

Muy divertida la cocina con fusión
Aunque cree a la clientela
mucha mucha con-fusión

Anónimo dijo...

jejeje...que razón tienes jeje