Un buen rabo ...... perdón.


Agradecido me siento y ando
a aquel o aquello que pudiendo
no hubo en mi trasero colocado
un apéndice estupendo
pues como canibal doctorado
a bocados lo iría aboliendo.
Aunque mil formas hay de prepararlo
os contaré una simple para catarlo.
De ternera, choto o vaca
hay que cortarlo con una buena faca
pedazo a pedazo de forma imponente
para poner a prueba nuestro diente.
Untados de azúcar, sal y pimentón
los doramos uno a uno sin hacer costrón
para una vez apartados, freir cebolla con devoción
a las que añadiremos vinagre y vino de porrón.
A la mitad este mejunje reducimos
para incorporar el rabo que freimos
y un buen caldo de carne sincero
ya sea de tetabrí o casero.
Si eres impaciente ponte un vino
que para un guiso divino
al santo Job has de emular
y al menos hora y media esperar.
Una vez que el tiempo ha pasado
es mejor comerlo sin invitado
pues para realmente disfrutar
con las manos has de yantar
poniendo especial cuidado
en no comerte tus muñones de gran bocado.
Para finalizar siéntete almirante de marina
desplegando tus barcos en la salsa fina
que ya verás como te pones
a echarte una siesta de cojones.

2 comentarios:

Dispersa Desastre dijo...

Este cocimiento ha de estar rico
me lo prepararé más bien prontico!

Que humor! Un besuco.

Anónimo dijo...

Me ha recordado la forma a Quevedo,enhorabuena por la descripcion tan amena y al mismo tiempo informativa de la receta.
un saludo