Gourmetñazo


Por obligación, con mínima devoción y sin opción a la insumisión, me veo en la obligación de acudir al Salón del Gourmet. Para mi es de lo peor -cualquier feria, que conste-, es un coñazo malvado al que intento ponerle buen semblante y ya de paso analizar a todo aquel que por allí pasa, y de aquellos lodos estos barros que aquí os traigo visto desde la perspectiva del que está expuesto.

Los visitantes son de varios tipos:

El bolserito.
Aquel que va cargado con al menos dos bolsas de todo tipo de artículos de promoción, que va al coche a descargar y vuelta a empezar.

El leído.
Aquel que le faltan brazos para recoger todo tipo de folletos y libros, sin saber si es que los va a leer o los va a utilizar para encender la chimenea.

El yoesque
Yoesque quiero poner un restaurante, yoesque quiero montar una tiendita de delicatessen, yoesque, yoesque, yoesque, yoesque …. tú, ná de ná.

El pasos largos
Aquel que en una mañana se recorre la feria a toda ostia y ves que ha pasado mas de 20 veces por delante del stand, que mas parece hacer ejercicio que buscar negocio.

El siux
Aquel que ha desarrollado un hiper-sentido para rastrear con su olfato donde están preparando algo de comida y con la mayor de las cautelas sin darte cuenta, ya lo tienes encima.

El cortito
No dice nada, mira el producto, te mira, vuelve a mirar el producto, y como sabes que quiere, le dices que puede probar. Coge el trocito mas pequeño y le ves partir tras dar muchas gracias.

El cleptómano
Es que no se da ni cuenta, simplemente arrampla con cualquier muestra de producto que esté a su mano.

El cotilla
Allí donde hay mas de cuatro personas alrededor de algo, allá que va para ver de que se trata, encontrándose en diversos bretes, pues puede que se trate de una reunión privada.

El tripas
La vergüenza la dejó en la barriga de su madre, y sin cortarse lo mas mínimo pide y pide y pide, hasta que se va bien comido para casa.

El del paladar entendido
No ha probado en su vida lo que le has ofrecido y se atreve a ponerle pegas, mientras su ojos derraman lágrimas cual cocodrilo.

El famosillodeturnodeloscojone
Que por aparecer en la televisión pueda creer que todo el mundo le adora y como tal hay que tratarle.

El brasas
Que te vuelve a contar lo mismo veinte veces con tal de que le sigas sacando de comer y ni con agua caliente le echas.

El absorto
Camina de frente mirando para los lados, sin saber que también hay tráfico por delante.

El bloguero fotógrafo
Hola, mira yo tengo un blog y …. Pues muy bien, yo tengo otro.

El jubilao y su basca
Nadie sabe como entraron ni por donde, pero el peligro está ahí. Es verlos venir y recoger todo lo que tengas por encima a la velocidad del rayo.

Los expositores se dividen en:

El vecino
Nada mas llegar ves al del stand de frente que te dice: “Vecinooooo” y piensas: ¡Dios que feria me espera!

El feisbú
Ese que parece no tener ni un amigo y llega dando tarjetas a diestro y siniestro con el intimidatorio comentario: Te llamo un día de estos.

El niuncolín
Le has visto toda la feria que no se acercaba a su stand ni los de la organización, pero cuando le preguntas que tal le ha ido, no se corta en decir: Un éxito!!!

El león enjaulado
Como buen comercial, el quiere “la calle”, el aire, el asfalto …. Y está que echa babas por la boca al estar encerrado.

El damelotuyo, tomalomio
Lo ves venir cargado de su género para que lo pruebes (desafortunadísimo en ocasiones), y al igual que un botones de hotel, no se pira hasta que tu no le das algo a cambio.

El de las luces de colores
Aquel que no para de comentarte que conoce el mejor puticlub de la ciudad y que por supuesto cuenta contigo para ir esa noche.

El conseguidor
No sabes como ni por qué, pero te haces amiguete de él, y a través suyo te pruebas la feria entera sin moverte del sitio.

El The sensation –verídico-
“has visto que stand” “me lo han diseñado para mi” “soy la sensación de la feria” ….. no me pude reprimir “has visto al de la competencia?”

Las azafatas
Diosas a las que se las contrata suponiéndoles que deben saber tirar una caña o el por qué de los sulfitos del vino, sin tener necesidad de ello.


El ambiente

La putamoqueta
Seguro que el que la inventó no la puso en su casa.

La tenue luz
Puede que esté pensada ese tipo de iluminación, pero yo me siento embolingao todo el día.

El clima
Ahora frío, ahora calor, uuuuu que aire

El roce
Los hay que se tiene que poner moraitos con tanto rozarse.


El negocio en si de la feria
Bueno, este es otro cantar que en un solo post no puede entrar


Si alguno os habéis sentido identificados, que sepáis que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

6 comentarios:

José Luis Louzán dijo...

Eres un fenomeno muchacho... jejejeje

pisto dijo...

Ha molao bastante! Y la segunda parte promete.

Anónimo dijo...

Ose tio, pero tu de me conoces? Hemos estado juntos en alguna feria? exceptuendo a los jubiletas, chico ni que fuesemos intimos.

Ah y gracias por lo de diosas.

el pingue dijo...

¡Qué grande! Este año he pasado de ir. Si me llegas a decir que estás me paso, aunque fuera a saludar.
Un saludo

Paco Becerro dijo...

No he ido nunca a estos salones, aunque me hubiera gustado ir a deambular por el Madrid Fusión...

No sé donde me habría encuadrado...

Andros dijo...

Hasta ahora, despues de leer el turronaco y reirme durante un buen rato, pense que era el unico bastardo que juzgaba y encasillaba a los distintos estereotipos de gente segun algun criterio o actitudes raras... Te visitare a menudo, que veo que te mola mucho la carne, a mi tambien.

- Andros