El precio de los productos, con sangre entra.

He cogido y comido un sinfín de frutos arboriles, incluso fumado (el eucalipto de el Rodeo de CC era superior), pero nunca pillé almendras.
El método es simple, coges un palo y le das al almendro hasta que caigan al suelo, aunque también es reglamentario, lanzarle el palo al árbol. Después a doblar el lomo y a recoger de una en una, o como un miserable servidor, reptar por el suelo cual flácido gusano .
Bien, pues tras sudar la gota gorda me hice de unos 20 kilos, sin caer en la cuenta que luego tendría que pelarlas.
Opté por el método tradicional de golpear con un objeto contundente y con un “plaka” de precisión poder abrirla, técnica que abandoné cuando tras varias combinaciones dediles, observé como mis últimas falanges moradas de dolor estaban a punto de estallar. Opté entonces por el “cañí procedimiento” del garrote vil. De una en una, fueron pasando por el torno del abuelo. De esta manera y tras dos horas de ejecuciones tenía 250 GRAMOS DE ALMENDRA LIMPIA y un dolor de espalda espantoso.

Y por último las pelé, poniendo agua a hervir y escaldando las almendras tan solo unos segundos, para una vez escurridas ir desnudando UNA a UNA y quitarles las piel.
Total, casi 3 HORAS para un cuarto de kilo.

150 gramos para un espectacular ajoblanco que quedó finísimo, pero que llevo a mi batidora a engrosar mi particular lista de fallecidos en el trabajo.
Y 100 gramos para ser tostadas con sal que fueron un aperitivo perfecto una vez que recuperé la sensibilidad en la lengua tras haberme quemado con la primera.

Conclusión:
Siempre me parecieron caras las almendras hasta hoy.
Casi 3 horas para 250 gramos, con lesiones irreversibles en manos, llagas en rodillas, quemaduras de primer grado en lengua y labios, batidora game over,... anda y que le den por culo al montón que aun me quedan.
Eso si, que sabor tienen … igualitas que las que venden en las tiendas de los frutos secos, vaya