Vi a jazé un corrá ….

El mundo de las aficiones es lugar pantanoso. Mi afición favorita cuando tengo tiempo libre es no hacer nada, otros van al gimnasio, coleccionan botellas de cerveza o le dan al imposible mundo (al menos para mí) del bricolage. Pero hay algo que desde hace bastante tiempo quiero hacer, y es “jacé un corrá”. Estoy hasta las narices que para comer huevos como Dios manda tenga que hacerle la pelota al insulso de mi vecino. Hasta las narices que para comer un gallo realmente de corral y no esos que venden amarillos que parecen mas de juguetería que de pollería, tenga que rascarme 30 eurazos del bolsillo. Por tanto he decidido que ha llegado el momento de tirarme al barro y coger un corral en el pueblo que todos tenemos y apenas vamos y criar mis propias gallinitas y gallitos, para comerme unos cojonudos huevos fritos de vez en cuando, una tortilla bien amarilla sin necesidad de echarle colorante y quitarle cuando me apetezca el hipo a algún pollo que se haya criado con la alimentación que yo quiero. Y ya que estamos, también algún pavo, ganso, conejo o por qué no, un buen cochino. Aún no lo tengo decidido, tengo que consultar con el consejo de sabios del pueblo para que ellos me indiquen que es lo mejor y si ahora con el calor es buen momento para la cría. Lo que si tengo claro es que no va a salir barato, ya me han pedido 6 euros por cada pollita casi ponedora y 3,5 € por pollos de menos de un mes, aunque al menos me queda la satisfacción de que esta afición me va a dar unos resultados que se pueden comer, ¡ Y que comida !. De momento, ahí está el corral... y llenito de palomas ;)




Ose en plan rústico.