De cómo convertir una miserable lata en una receta rústica de anuncio


No os voy a decir por qué, cuándo, cómo ni dónde, pero si de cómo convertir unas humildes albóndigas de lata en “pelotitas de cerdo con perlitas verdes de huerta y salchicha fresca aderezada con pimentón de la Vera a la sangüichera”.
Para empezar calentar la sangüichera hasta que una vez pongas el dedo encima y lo retires a toda pastilla con la expresión ¡ Ostia puta !. Una vez tomada la temperatura y con la mano que no está quemada, partimos la salchicha con pimentón de la Vera en trozos y los vamos colocando de manera que los nervios de la sangüichera hagan figuritas y queden vistosos a la hora de emplatar. A su vez nos pertrechamos de la primera cosa que encontremos y que sea óptima para sacar de una en una las pelotillas de cerdo. Muy importante en este paso, es no volcar la exquisita salsa que incorpora la lata, pues puede que con la fuerza del calor rebose y perdamos tan maravilloso jugo. Cerramos la sangüichera aunque ella no quiera y nos olvidamos de ella el tiempo que cada uno crea oportuno dependiendo de si gusta la carne mas o menos pasada. Una vez a nuestro gusto la carne y la salchicha, incorporar con sumo cuidado el elixir de salsa que antes habíamos quedado en la lata y esperamos a que se caliente, meneando de vez en cuando para que traben todos los jugos. Si se desea se puede pasar a fuente de barro para dar una apariencia mas rústica y lograda, si bien y dependiendo del hambre que se tenga, podemos pertrecharnos de pan y tomarlo al estilo chino de los kubak, directamente del aparato emisor de calor.
Si deseas hacer mas completa la comida o te quedas con hambre, te recomiendo que en la exquisita reducción de salsa de las albondiguillas, coloques durante unos cinco minutos unas buenas lonchas de mortadela con aceitunas, cuidándote muy mucho de que no te salpique la enriquecida grasa mortadelera la mano que aun tienes libre.


Dedicado al Pingüe Gourmet, uno de los mejores blogs que he podido seguir y del que me siento orgulloso de pertenecer a la banda de todos aquellos que hemos ansiado sus post y devorado con devoción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes

He llegado aquí desde otro blog, y te quiero felicitar por el nombre, es una frase graciosa, pero tiene de verdad cada una de las palabras. Como fan número uno de un buen chuletón de viejo, no quisiera enumerarte la cantidad de despropósitos que se hacen con tan noble pieza. Aberraciones puras y duras. En muchos casos quemadas, en otras a medio hacer, en algunas te lo entregan con plato caliente, en otras el infiernillo, la casi totalidad ofrece buey por vaca, en muchos casos sin grasa entreverada secas como la mojama.. un desastre.

No te desanimes, en breve seremos miles, millones de seguidores de un buen chuletón. Ánimo.

Un saludo

Anónimo dijo...

aqui otro amante-apasionado-obsesionado del CHULETON.
Es mi mayor placer, un buen chuleton y unas botellinas de sidra.
un saludo y felicidades por el blog